Mi casa ha sido tomado por las flores

Mi casa ha sido tomada por las flores,
como lo dijo Silvio.

Mi casa resplandece, sonríe, brilla…
Luces en el árbol y olor a galletitas de infancia.
Pintando la vida, saludando a esa orquídea blanca sobre la mesa.

Cintas de regalo que adornan el futuro.

Un brindis,
la familia,
los recuerdos,
un labial en la cartera,
un adiós escondido detrás de la puerta.

De las ventanas nacen luces de valentía, con una brisa a verano.

Es fin de año y comienzo de uno nuevo, del llamado fin del mundo
Comienzo del fin?

Un monje me saluda bajo ese bosque de eucaliptus,
acompañando a mi amiga de blanco.

Olor a mar.

Música, comida, vestidos…

Bailamos?

Diciembres en el corazón

En días de calor abrazador nacen despedidas con olor a flores.

Ceremonias para cerrar círculos de vida,
que hicieron brillar nuestros días de infancia,
de pequeñuelos ingenuos, expectantes, ansiosos, temerosos, valientes.

Como jinetes sobre caballo de madera,
imaginando mundos de cristal,
donde nosotros fuésemos los héroes,
héroes de un silencio inocente y sabio, que ahora tanto anhelamos.

Danzarines libres de un futuro por dibujar,
cada uno con sus colores y ritmos,
tan bellos y particulares en medio de este mundo caótico.

A pies descalzos aventurándonos en un camino de piedras, hierba y charcos,
soñando con una tierrita más limpia y justa para todos,
con una educación para todos esos niños que juegan en el barro.

Flores, más flores en el camino,
adornan las fotos para el recuerdo de mañana.

Premio a las Artes, suena como a Roberto Matta o a la actual Gracia Barros, que tan bien celebra mi estadía en ese escritorio del barrio alto.

Suena a reconocimiento de una disciplina olvidada, más olvidada que el deporte, la hermana más sublime y pobre de nuestra educación academicista y despechada.

Pues el Arte es la vida, solo que con otro ritmo. (Muriel Barbery)

Cierres

Pasan los días,
pasan volando,
terminan en noches cálidas de ciudad veraniega.

Una ciudad que vuelve a ponerse traje de baño.
El despertador se apiada de mí,
los horarios se flexibilizan y la vida parece mucho más plena y la rutina más amable.

Me han devuelto lo que era mío y que hace un tiempo olvidé entre páginas de cuadernos y libros… que ahora quedan en el buen recuerdo.

Espacios. Tiempo. Creativo

La vida va cerrando espacios. Yo voy abriendo los míos, con ganas e ilusión ingenua de luces que iluminan.

El pincel ha despertado y dibuja una sonrisa.

Santiago me toma la mano,
por última vez en un fin de año… caminando.

Con flores y honores voy cerrando senderos,
para aventurarme en nuevos.

Vestidos. Zapatos. Fiestas

Olor a pintura fresca,
olor a polvo de calor,
partículas malditas que agitan el aire, me pican, renuevan.

Color en las uñas.

Compañías nocturnas que busco y busqué,
sedas del atardecer en fin de semana florecido.

Guindas… qué belleza!

El tiempo se sublima

“Y con cada sorbo (de té) el tiempo se sublima.”

Así comienza un día amarillo, lleno de viernes
con el sol por la ventana.

Líneas de un libro ingenuo,
lleno de color y fantasías,
así como un día de primavera,
en Santiago, con ganas de Baires
o tal vez media noche en Paris.

Azul,
llueven letras de la lámpara,
el espacio se satura,
yo paseo sobre ellas,
las riego y vuelvo a sonreír.

Arte, Arte? Arte!
buen compañero de andanzas,
de ocios y acciones.
En las ventanas, por arriba,
entremedio,
lo veo,
me sonríe.

Es primavera,
hoy es más primavera que otros días,
los colores florecen,
las noticias vuelan como mariposas
por el aire atiborrado de polen,
a través de las ventanas de los árboles,
esas ventanas que florecen en primavera,
espacios que nacen en el aire.

El tiempo se sonroja,
se sublima sorbo a sorbo.

Al mismo tiempo

Espacios de luz,
la luz se toma el espacio,
luces espaciales,
nostalgias de luces, de espacios.

Pampas, estrellas,
desiertos llenos de vida,
mujeres de la pampa,
buscando vida.

Primaveras asomadas,
flores que florecen en mí,
como el desierto florido,
después de un largo invierno,
el sol en la ventana,
dos sonrisas y un café.

Libros, cuadernos, estudio,
tiempo, amigos y más café.
Espacios de silencio,
momentos de reflexión.

Todo vuelve a empezar,
como un déjà vu constante,
una película de Godard,
los hijos del hombre y los invasores,
todos en un mismo escenario,
al mismo tiempo,
tiempos paralelos,
historias que se cruzan,
yo cruzo la calle.

Cumpleaños

Hoy hace 18 años,
hace dieciocho años
y hace unos tres que te conozco.

Sale el sol, que me despierta por la ventana,
de mañana, de septiembre cuarto.

Duermo con Madame Giraff, tratando de disfrazarla de Seba.

La cordillera, los cerezos en flor… fotos.

Que bello y tranquilo se respira el día,
que hermoso regalo es escuchar a miles de kilómetros a la orquesta familiar.

Día de flores y recuerdos,
alegrías, infancia
y una torta de nostalgia.

Hoy ya puedo cantar a Violeta con su
Volver a los 17
y plantarme frente a la vida como una ciudadana del mundo.

Sonreír por la mañana
y caminar a paso firme.

Bienvenido cumpleaños.

Encuentros. Reencuentros

En una tarde de jueves
pueden pasar muchas cosas
desde el olor penetrante de una manifestación ciudadana,
hasta el aroma más tierno de un abrazo.

Calles grises
grises son las calles por donde caminamos,
de a poco, todos juntos,
te tomo la mano, fuerte,
en un día jueves.

Tensión en el aire,
un color amargo,
sabores congelados y descongelados;
y qué pasó con la calidad?
dónde quedó el que todos somos iguales?
En qué desencuentro se nos evaporaron los derechos?

En un colorido frenesí,
se enciende la urbe,
las calles viven,
nosotros morimos en ellas,
en sus orificios dejamos restos de humanidad,
Entfremdung

Y la música irrumpe en nuestras cabezas,
como jazz suenan esas cacerolas por Santiago,
para hacernos despertar.

Volver a ser nosotros, incorporarnos,
recordar quiénes somos,
qué hemos hecho.
por qué hemos llegado aquí,

Volver a encontrarnos, reencontrarnos.

Paso a pasito

Hoy me vestí de fuerza, sonrisa y ganas.
Me levanté, pensando en ir hacia adelante,
en ser yo, en seguir mi instinto,
ese que te impulsa to take an extra mile como escuché de algún buen hombre.

Pues me puse mis botas de invierno,
me incorporé al mundo y puse mis dos pies sobre la tierra,
con fuerza, con decisión como me enseñó mi mamá,
sin titubear, con el objetivo muy claro,
Lichtschutz, Lichtschutz y nada malo puede pasar.

Un paso, luego el otro, paso a pasito,
como volver a nacer, empezar de cero,
desde otra perspectiva, con otra mirada,
y los mismos primeros pasos que di hace unos 17 años,
las mismas ganas y los mismos piecesillo,
sosteniendo la mano de mamá y con esa curiosidad del mundo que siempre me ha inundado.

Aprendiendo a caminar de nuevo,
así titulé mi domingo en casa,
que me llenó de emoción y felicidad infantil,
un sonrisa genuina en mi rostro,
porque así se logran las cosas,
guerreando hasta el final,
alcanzando lo que quieres,
paso a pasito.

Crecer en el mundo de hoy

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de sumergirme en el maravilloso mundo de los niños, de niños oyentes y niños con discapacidades auditivas, de mayor o menor grado. Todos niños dentro de la etapa preescolar, llenos de imaginación y de luz. Profundicé en los libros de Lowenfeld y otros teóricos que se han dedicado a observar y analizar el desarrollo de los seres humanos durante su infancia. Desarrollo que se ve reflejado en el mejor medio que poseen para comunicarse: el arte, el dibujo, la creatividad. Leí mucha teoría respecto a esta mágica etapa de nuestras vida, muchas cosas que no sabemos, que no se enseñan en ningún colegio y que, sin embargo, todos deberíamos tener en cuenta a la hora de pensar en tener hijos o simplemente relacionarnos con ellos.

Luego de un proceso extenso y minucioso de trabajo con estos niños, analizando sus dibujos y comparando unos con otros, llegué a múltiples conclusiones. Noté el inmenso potencial que poseen los niños con algún tipo de deficiencia auditiva, ya que estos niños tienen una capacidad de observación muy desarrollada, así como también nos plantean un observador muy particular del mundo. Una forma de ver la vida distinta e igual de válida que la de cualquier persona. Me parecen niños muy creativos, inquietos, llenos de vida. También cabe destacar que son niños igual que todos y por lo mismo no hay que discriminarlos ni limitarlos en su espacio dentro de este mundo.

Otra observación que surgió durante el trabajo con los niños fue el increíble afán que tenemos los adultos por “corregir” los dibujos de nuestros niños. ¿Por qué estar constantemente pretendiendo que nuestros niños hagan dibujos “bonitos”, “correctos”?, ¿Es que nos cuesta tanto apreciar su lenguaje y su creatividad?

Las respuestas a estas interrogantes son diversas e individuales, también me parece que no es algo que la gente normalmente se cuestione, los padres actúan simplemente y esperan estar en lo correcto. Lo cual es muy válido tomando en cuenta que nadie asiste a una escuela para padres antes de convertirse en uno. La crianza es un producto accidental, lleno de ensayos y error y de mucha improvisación.

De todas maneras me parece muy curioso tratar de encontrar algún tipo de explicación para este patrón de conducta de los adultos. Personalmente he llegado a la conclusión, que se debe las características propias de un mundo globalizado, individualista y, por sobre todo, muy competitivo. Nos enfrentamos a la competencia social desde muy pequeños y somos entrenados para resistir ante la presión sicológica que eso implica, a no rendirnos, a luchar hasta el final e imponer nuestra opinión. Es finalmente el mejor, el más fuerte, el que logra la mayor perfección, el que triunfa. Es por esto, que tendemos muchas veces a corregir y criticar todo lo que nos parece equivocado, incluso si se trata de nuestros hijos. La intención es probablemente muy noble, ya que es un intento por protegerlos del “fracaso” social o profesional cuando sean más grandes y al mismo tiempo es una forma de entrenamiento sicológico ante el mundo de hoy. Sin embargo, no somos capaces de darnos cuenta, que con esta noble acción estamos alterando el proceso natural de su desarrollo, que esa no es la forma de hacerlos mejores personas, si no muy por el contrario, estamos poniendo límites y obstáculos para que su desarrollo sea integral y completo. Sometemos a nuestros niños a un gran estrés al “corregirle” sus dibujos, que no son más que su legítima forma de comunicarse. Estamos interrumpiendo y anulando lo que nos está queriendo decir, por imponer lo que nosotros queremos escuchar de él. No podemos pretender juzgar un dibujo como bien o mal, como sí lo hacemos con lo que la gente dice. Y es que las palabras no están bien ni mal, son absolutamente legítimas y cada uno tiene derecho a decir lo que le parezca, ya que es su legítimo punto de vista. Así mismo es que los dibujos no están bien ni mal, son simplemente y nos reflejan en qué etapa de desarrollo y maduración se encuentran nuestros niños. Debemos entender la perspectiva de un niño de acuerdo a su emocionalidad, lazos afectivos y proceso de desarrollo motriz y cognitivo en el que se encuentra y aceptar el legítimo observador del mundo que es.

Palabras llenas de Nada

Acostada en la habitación de la clínica observaba la vida pasar, eso y nada más. Pensamientos, ideas que llenaban el espacio. Pensé…

… qué terrible se vuelve el problema del desamor y la frivolidad.

Qué espantoso es sentir que caminas por las calles sin ser advertido por ningún otro ser humano que te devuelva la mirada. Nadie te mira a los ojos, nadie sonríe, nadie se saluda ni estrecha las manos. Caminamos todos por carreteras de cemento, herméticas a las relaciones humanas y permeables a la contaminación y el desarrollo. Todo tacto social se desvanece, como las gotitas de lluvia con el Sol a través de la cordillera. La gente ya no sabe cómo comunicarse, cómo decir las cosas para no herir al otro, cómo decir las cosas de tal forma de que te entiendan y no se desate una guerra civil… porque eso es lo que no está pasando, estamos perdiendo la capacidad oratoria, emocional, intuitiva…

Pareciera que la onda polar nos ha tocado hasta los nervios, y como nos eliminaron en el fútbol volvimos a la rutina monótona y maquinal que nos tiene atrapados.

El Presidente amanece el Lunes con cambios, cambios… palabra usada y abusada. Y bueno, son cambios, promesas y titulares que desatan polémica, que parecen mejor, peor, igual, no sé, pero al fin y al cabo logran una reacción en la ciudadanía, una reacción pasiva que queda en eso y nada más. Porque la vorágine nos consume y no somos capaces ni de darnos cuenta.

Me conmueve cuando una persona se acerca, golpea la puerta y simplemente me regala una sonrisa, sin más, ahí es cuando valoro los amigos que tengo, la familia que escogí para nacer y que ahora muestran su compromiso. Tantos otros que prometen, hablan y dicen palabras vacías, palabras llenas de nada. Muy bien dicho, cuando las abuelas aconsejan estar mejor sola que mal acompañada… mejor no esperar palabras llenas de nada, mejor es buscar aquellos silencios maravillosos, llenos de vida.

Vacaciones de Invierno

Acabo de volver a casa y el simple olor de mis sábanas limpias y el plumón recién comprado me hacen sentir cómoda.

Volver... qué gran obra!
en todas sus versiones,
desde los acordes hasta el séptimo arte...
Tal vez algún día le ponga ese título a alguna pintura o escultura.
Por lo pronto me siento muy afortunada de estar en mi cama
disfrutando de hermosas compañías,
de un CD para el recuerdo y de House con su bastón.
Como esos pequeños regalillos de la vida que te hacen sentir bien de tener los pies sobre esta Tierra,
aunque de pronto no puedas apoyar bien los dos...

El Sol brilla de nuevo,
dejándonos ver nuestra hermosa cordillera y mostrándome las maravillas que pueden traer unas simples vacaciones de invierno,
sin nieve,
en Santiago y con la independencia marchita.
Porque de todas formas río y el prisma,
a través de cual observamos la realidad
parece más limpio y esperanzador.

Sol de invierno

Viernes en Santiago.
Julio octavo.
Hay smog, bastante... las montañas parecen como una fotografía fuera de foco,
intuyo que están ahí,
las adivino, como algo que conoces hace tiempo y ya sabes donde estás,
a tientas sientes el lugar y sabes donde estás...
como entrar a tu casa en medio de la oscuridad.
Así mismo tengo que suponer las líneas de geografía que debo trazar en mi dibujo,
arriba en el cerro,
en el divino templo benedictino,
blanco, simple, honesto, puro, limpio
El sol brilla allá arriba,
con fuerza, imponente...
como dando una pequeña tregua a esta ola "polar" que copa los noticiarios de los últimos días.
El día sonríe, feliz de que ya es viernes...
viernes de fútbol, de Hetzerei y de último viernes antes de...
con esa sensación extraña en la boca,
con ese gusto amargo de que algo no anda bien,
o simplemente, gusto a nada, a rutina, a vacío
un vacío tranquilo, calmado
vacío en equilibrio?
Como un gran amigo me dijo,
es como comer sin tragar...



Mundo pequeño

Escuchando nuevamente "What a Wonderful World" por Katie Melua,
camino por el centro de la capital,
en un día tranquilo, sonriente, soleado, acogedor
Escuchando esta hermosa canción recorro los pasillos de una exposición artística o entretenida, en el Museo de la Moneda...
Las paredes rayadas, de colores, alegres te invitan a jugar,
a quitarle el polvo a esa infancia olvidada,
a la inocencia desechada y esas tarde de juego...
Colores, mucho colores con olor a recuerdo
Santiago tan pequeño y tierno me sonríe mientras intenta mantener el equilibrio,
que bello se ve el reflejo de un domingo en sus ojos,
en los ojitos puros de la niñez.
Ahora hace frío y un pastel de zanahoria me devuelve el olor a hogar,
estoy en casa, una vez más.
Bienvenida sesión de cine,
bienvenida una noche más de películas junto a mí misma...

Final de Semana

Viernes. Sábado. Domingo

Por las calles veo.
Por las calles veo tanta gente caminar, correr…
al fin es viernes, San Viernes!

Y no es nada más que eso, un día de la semana,
me pongo feliz y a veces triste…
son las cosas de la vida.
Pareciera que recién comienza cuando se nos está despidiendo.

Sábado por la mañana es bello y a la vez oscuro.
Duermo, despierto, sueño, un rico café.
Hace frío aquí, tal vez es el corazón que vive su invierno,
como cualquier otro animal.

Las calles de Santiago atestadas de ese aire espeso y nebuloso,
me ahoga.
Música, tanta música.
Horas, minutos, segundos, los veo pasar, aquí sentada en el umbral de la vida, como un día más.

La noche se enciende en mí,
las luces que hacen de este momento algo alucinante.
Oxígeno de colores en Bellavista.
Afuera hace frío, menos que ayer.

Domingo despierta con música, sí, más música, ahora y para siempre, la que últimamente se ha vuelto mi mejor y más fiel compañera.
Llenando los momentos y espacios de la vida,
con su particular tino, elegancia y delicadeza,
trayendo consigo ese olor particular de los recuerdos, de las historias y el polvo.

Llueve, al fin llueves, Cielito…
la Tregua que me recuerda al viejo poeta.
No siento frío por un momento, pero esas sensaciones nunca tardan en volver, porque no te olvidan y siempre encuentran el camino de regreso...
qué pasó aquí? No lo sé, el ser humano es un ser confuso y complejo, que aún no logro descifrar, espero no hacerlo nunca, para no perder así el encanto de vivir en sociedad, o suciedad?

Música, más música.

Hace frío en Santiago, la gente no te mira al pasar, y el corazón, lentamente, se congela.

Noticias.Novedades

Sala verde.
18:00 de un día viernes de mayo.
Fines de mayo en Santiago.
Santiago de Chile.

Parada en una sala verde llena de gente en tránsito.
Parada en una sala verde llena de gente observo pasillos como carreteras y ascensores como vuelos express.

Sensaciones extrañas de encierro, ansiedad, esperanza...
Como esperando algo, con los ojitos brillando de un niño frente al televisor encendido.
Todos esperamos que llegue el momento, para unos llega antes, para otros después...

Espero.
Ruido.

Ya dentro del confesionario me veo frente a un hombre que me da una sensación de familiaridad dentro de la infinidad desconocida.
Señorita, la vamos a operar.
Directo y sin anestesia, es lo que necesitaba escuchar.
Mi rodilla sonríe de reojo, un tanto recogida, igual que yo.

Sentimientos encontrados.
Qué difícil es hacerse la idea de que calendarizas esa fecha, como quien se apunta una reunión de trabajo.
Una reunión que te saca del mundo, te duerme, te tumba y te despierta con una nueva ilusión.
No hay ventanas, no puedo mirar afuera, para ver qué opina el viento.
Hay que tirarse por el resbalín, total, como me decían cuando chica, más allá del piso no vas a pasar.

Exámenes.
Me examinan!
Todos sonríen, poco a poco me voy acostumbrando al espacio, parece incluso... mmm...
acogedor.
Olor a café cremoso de una esquina... mmm
Qué buena noticia.


Por un buen consejo

Resulta que hoy me levanté con ese tedio inagotable,
con esa hostilidad de mirar hacia afuera,
con la sensación de cansancio impregnado en la piel,
en los poros, en cada trozo de piel,
piel que ahora reluce de color y se oculta del frío blanco.

Hoy me levanté con un ruido que me hizo temblar,
sí, ese ruido ensordecedor de las 6 am.,
que perturba toda tranquilidad
y nos devuelve a la mágica y trágica realidad,
de un día más en la tierra.

Nuestra querida tierra que hoy llora desangrada,
llena de llagas en sus bellezas,
y expulsando CO₂ por los poros,
como si tuviese fiebre,
como si estuviese agonizando y el médico no llega,
y nadie lo llama, y nadie sabe qué cresta hacer,
porque todo parece imposible,
porque todo pareciera inservible,
y resulta que no, que nuestra querida tierrita solo quiere vivir,
solo quiere poder respirar ese aire fresco que tanto añora,
y que ahora no es más que dióxido de carbono…

Me levanté con la mirada del jueves,
un café de olor intenso sobre la mesa,
dos tostadas con pintura
y un parís profundo en la cocina,
mi mejor lugar,
pensando en qué será de hoy,
en qué será de nosotros un día más sobre el mundo,
pretendiendo no romperlo,
mientras lo tratamos con brutalidad inhumana,
inhumana digo?

Lamentablemente hoy se hace más humana que nunca,
y me hace pensar seriamente en Hobbes,
y en que nos somos tan inofensivos como pensamos,
y que nuestros actos sí tienen consecuencias
como en el Efecto Mariposa.

Puedo decir entonces, que me levanté buscando algo,
tal vez el conocimiento, o tal vez simplemente un buen consejo para darle a esas personas que no saben qué hacer frente a la infinidad de guerras en las que vivimos,
cómo hacer para salir del campo minado,
y poder acostarse por la noche con la conciencia más limpia,
o tal vez, menos sucia.

Yo solo digo que es cuestión de tiempo.


Tránsitos

Hasta los cinco años primigenios
los niños van de a poco desvelando
el mundo desigual que les espera
las pupilas se llenan de colores
y de formas que pueden ser promesas
inauguran pedazos de alegría
y aprenden a llorar por compromiso
ven crímenes e ignoran que lo son
recompensas que nadie ha merecido
lluvias que los empapan tiernamente
ventolinas que barren las mejillas
su pesquisa inicial descubre todo
todo lo guarda para cuando sepa
la incertidumbre es como un cascabel
los pasos vacilantes y primeros
preguntan desde siempre y para siempre
hasta que finalmente algo acontece
la sangre corre y corre por su cuenta
el silencio se quiebra en tres silencios
y un relámpago triste y melancólico
anuncia que la infancia ha terminado

el que fue niño/ ése que fue inocente
se siente cómplice de odios subterráneos
de inquinas pobres que ya nadie asume

y de los cuatro puntos cardinales
le llegan bofetadas y herejías
hasta que admite de una vez por todas
que se ha hecho mayor sin darse cuenta.


Historia de un Sueño

De un sopetón desperté…

de pronto me vi rodeada nuevamente de lo banal, de lo cotidiano, de la rutina que nos acompaña ineludiblemente cada día, todos los días…

Todavía podía sentir el olor y la textura de aquel sueño, aquel viaje en el que me embarqué hace un par de horas…

No, no son un par de horas, son muchos instantes atrás, muchos momentos especiales y mágicos que no puedo encasillar en la línea del reloj.

De todas formas sé que el tiempo que viví, el tiempo que crecí y lo que disfruté en ese par de horas, no representan en lo más mínimo, lo que el segundero podría llegar a sospechar.

Ya no está, lo escucho pero no está… no lo puedo tocar, ¿qué ocurre?

No puede ser… yo sé que es real, yo sé que existe, yo sé que existió y que seguirá existiendo siempre en mí… pero, ¿por qué no lo veo?

Su voz de papel y su olor quedaron grabados en mi piel, como una marca que no se borra, ni con el tiempo, ni con el viento…

No sé, tal vez sería mejor que la pudiera borrar, que al despertar todo hubiera desaparecido, no sólo de mi vista, sino también de mi cabeza y de mi corazón.

Sigo observando y todo a mi alrededor parece conocido, parece que ya he estado aquí.

Un sentimento zumba como mosca en mi memoria.

Es brumoso, el recuerdo es brumoso, se parece a lo que solía ser todo antes de sucumbir en aquel sueño, pero… no es igual, no es lo mismo que dejé hace un par de instantes atrás.

Y no son simplemente ellos los que han cambiado, no es la rutina ni lo cotidiano,
soy yo,
yo cambié, yo crecí, yo sufrí una metamorfosis de amor y me convertí en esto que ahora soy, en esto que ustedes ven aquí,
sentada frente a un pantalla, tratando de plasmar con palabras,
la historia de un sueño.

Lluvia de Abril

Bienvenida seas, anhelada lluvia de abril,
Bienvenidas sean tus gotitas que tanta falta le hacían a mis florecillas,
Bienvenido tu mágico diluvio de sueños que se plasman por fin aquí,
Bienvenida a regar la tierrita,
Muchas gracias por regarme a mí,
Tanto que te costó encontrarnos, aquí al fin del mundo,
casi te quedamos en el olvido.
Yo casi no te encuentro en la pantalla
y como te deseaba de hace tiempo.
Cuando tocaste a mi ventana,
en medio de la oscuridad de la noche,
entre un Santa María y Madame Giraff,
entre el frío y la luz,
entre las ideas y un café,
en medio de este bello día,
16,
Sábado,
Bienvenida.