camino por el centro de la capital,
en un día tranquilo, sonriente, soleado, acogedor
Escuchando esta hermosa canción recorro los pasillos de una exposición artística o entretenida, en el Museo de la Moneda...
Las paredes rayadas, de colores, alegres te invitan a jugar,
a quitarle el polvo a esa infancia olvidada,
a la inocencia desechada y esas tarde de juego...
Colores, mucho colores con olor a recuerdo
Santiago tan pequeño y tierno me sonríe mientras intenta mantener el equilibrio,
que bello se ve el reflejo de un domingo en sus ojos,
en los ojitos puros de la niñez.
Ahora hace frío y un pastel de zanahoria me devuelve el olor a hogar,
estoy en casa, una vez más.
Bienvenida sesión de cine,
bienvenida una noche más de películas junto a mí misma...
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