Bienvenidas sean tus gotitas que tanta falta le hacían a mis florecillas,
Bienvenido tu mágico diluvio de sueños que se plasman por fin aquí,
Bienvenida a regar la tierrita,
Muchas gracias por regarme a mí,
Tanto que te costó encontrarnos, aquí al fin del mundo,
casi te quedamos en el olvido.
Yo casi no te encuentro en la pantalla
y como te deseaba de hace tiempo.
Cuando tocaste a mi ventana,
en medio de la oscuridad de la noche,
entre un Santa María y Madame Giraff,
entre el frío y la luz,
entre las ideas y un café,
en medio de este bello día,
16,
Sábado,
Bienvenida.
Nos encontramos entre palabra y palabra,
ResponderEliminarentre sueño y sueño,
desde aquellos silencios q estoy contigo,
desde los mismos recuerdos te busco
y un buen momento nos espera
siempre.